La dieta disociada consiste en dividir los alimentos que se consumen a lo largo del día en grupos diferentes. Es decir, se come una sola vez cada tipo de alimento.
Por ejemplo, se pueden tomar dos comidas: una con proteínas y una con carbohidratos. O una comida con proteínas, una comida con vegetales y una comida con carbohidratos.
La idea es que así el cuerpo no tenga que trabajar mucho para digerir los alimentos y pueda dedicar toda su energía a otras funciones.