La sandía tiene unas 30 calorías por cada 100 gramos. Está compuesta por agua en un 93%, lo que la convierte en una fruta refrescante y diurética. Tiene una buena cantidad de vitaminas, minerales y antioxidantes. Entre sus principales beneficios se encuentran:

1. Su alta cantidad de agua la convierte en una excelente aliada para hidratarse durante el verano.

2. Es rica en vitaminas A, C y E, lo que la hace una buena fruta para reforzar el sistema inmunológico.

3. Tiene un alto contenido en minerales como el potasio, el magnesio y el calcio, lo que la hace ideal para mantener el equilibrio mineral del organismo.

4. Es una buena fuente de antioxidantes que ayudan a proteger el organismo de los radicales libres.

5. Su contenido en fibras la convierte en una buena aliada para regular el intestino.

Además de estos beneficios, la sandía también tiene algunas contraindicaciones. En primer lugar, hay que tener en cuenta que es una fruta con un alto contenido en azúcar, por lo que hay que moderar su consumo en caso de padecer diabetes. También es importante tener en cuenta que la sandía contiene oxalatos, que pueden provocar la formación de cálculos renales en personas predispuestas. Por último, hay que tener cuidado con el consumo de sandía en caso de estar embarazada o en período de lactancia, ya que puede tener efectos laxantes.