Los 100 gramos de sandía equivalen a unas 40 calorías. La sandía tiene un gran contenido de agua, por lo que es una buena fuente de hidratación para el cuerpo. También es rica en vitaminas y minerales, entre ellos el potasio, que es necesario para el funcionamiento del corazón. La sandía tiene un bajo contenido en azúcar, lo que la convierte en una fruta recomendable para personas con diabetes. Además, tiene un efecto saciante, lo que puede ayudar a controlar el apetito. Finalmente, la sandía es una buena fuente de antioxidantes, que ayudan a proteger el organismo de los daños causados por los radicales libres.
Sin embargo, hay algunas contraindicaciones para consumir sandía. Por ejemplo, las personas que sufren de gota deberían evitarla, ya que la sandía contiene ácido úrico, que puede empeorar los síntomas de la enfermedad. También es importante tener en cuenta que la sandía es una fruta alta en hidratos de carbono, por lo que puede no ser recomendable para personas que están siguiendo una dieta baja en carbohidratos.